jueves, 16 de abril de 2020

La Amistad un Lugar desde donde resistir. Revista Consudec. Abril, 2020
El Lugar perdido. Norma Huidobro.(2007).Clarín, Alfaguara.
Villa del Cármen.
”tres mujeres como metáfora de la resistencia al abandono de  hombres que se van, en un lugar que no les ofrece posibilidades de inserción laboral. Ellas solitarias, asociadas y fraternas sin saberlo también resisten a un sistema  político que se vale de toda la inteligencia y los medios a su alcance para  disciplinar si es posible, o desaparecer a los al alborotadores y disconformes”…
    Novela de Norma Huidobro[1], ambientada en el año 1977 en Jujuy, en un pueblo imaginario llamado Villa del Carmen.Geográfica y existencial mente muy alejado de Buenos Aires,con la belleza propia de sus coloridos cerros y la imponente Quebrada de Humahuaca, donde  esos atardeceres rojos, rojos, como el ají crispan los corazones inquietos de sus personajes, con la inquietud de una existencia que pulsa y empuja hacia la realización.
   Está centrada en el tema de la amistad, ese pacto implícito del alma que acontece como un Don en tres protagonistas muy diversas: Marita, Doña Natividad y Matilde Trigo.A partir de la relación de Marita, una joven oriunda, endurecida por el sopor de un tiempo que pareciera no moverse y Matilde Trigo, que en cambio deseó desplegar las alas de la libertad y se fue a Buenos Aires a probar suerte. Buscando nuevos horizontes, especialmente laborales.
   La trama  teje un contrapunto entre la quietud de Villa del Carmen y la actividad  frenética de Buenos Aires, en un momento en que la violencia del estado se desplegaba con punzante mordacidad. La acción se inaugura  cuando llega al pueblo Ferroni, un supuesto detective porteño,gris,obsesivamente metódico y rígido,como buen militar.
Los personajes son predominantemente femeninos: Marita, Doña Nativita, y Matilde, encarnan un universo típico. Visibilizan  el calor materno del hogar, en el interés por el cuidado de los sabores.Especialmente en las empanadas, picantitas y rojas por el agregado del ají a la masa.Se especializan en los tamales, deliciosos, calentitos y también picantitos, envueltos en chalas que doña Nativita preparaba, tan delicadamente y con empeño, aún ahora, con sus años. Para luego vender en el Bar, donde trabajaba Marita. Esa chica tan delgada y seca, endurecida por el sol y el viento,("huesuda" al decir de Ferroni)que,en su inteligencia y sus diálogos nos  introduce al  desarrollo del amor en todas sus acpciones.
La chicha de doña Nativita.
   El amor como la meta última que sostiene a las tres en un universo descolorido, ensombrecido por la irrupción del dolor. En Nativita: su incesante esperar al Pedro, que también emigro a Buenos Aires. En Marita, el amor fraterno de un vínculo de amistad inquebrantable con Matilde.
 En Matilde, el amor de pareja recientemente descubierto y experimentado con el José Luis, que ha conocido circunstancialmente,cuando miraba deslumbrada las vías de Constitución. El José Luis le enseño los vericuetos del amor y la transformo en mujer a fuerza de besos, abriendo la trama de una sensualidad prohibida hasta el momento. A él lo buscan por su actividad gremial, su desacuerdo con el proceso político que se vivía.Razón por la que deben huir,para salvarse ambos y la Guagüita,que ella hospedaba en su vientre.
    Las tres mujeres son una metáfora de la resistencia al abandono de  hombres que se van.Ellas solitarias y fraternas, sin saberlo también resisten a un sistema político que se vale de toda la inteligencia y los medios a su alcance para  disciplinar si es posible, o desaparecer a los al alborotadores y disconformes.
Empanadas y Tamales, amarillitos como el sol.
    Hasta aquí la historia podría ser común, si la autora no se valiera del lugar Villa del Carmen que le permite un sustento poético, visual y gustativo.
   El paisaje  asume  protagonismo y ni que decir de los sabores,esos tamales amarillos como la caída del sol en el cerro, calentitos y de la mano de la Chicha recién hecha y bien fermentada. 
  El lugar emerge como un espacio para la constitución de la  identidad de los personajes, cada uno describe particularidades que visibilizan el diseño de la propia existencia:
-Marita se volverá más perspicaz, silenciosa y pensativa en su andar, con esa impronta de la inteligencia de la gente simple. Con una sabiduría inherente a su propia naturaleza que, alcanza su culmen motivada por la necesidad. Ella no le tiene miedo al forastero.
-Ferroni agobiado por el calor y la tierra, que impertinentemente ensucia sus zapatos, en ese maldito pueblo, donde el tiempo es estático y una semana se prolonga como mil años, con ese endemoniado calor y esas siestas interminables.Que le permitan regresar a esa casa, con el patio embaldosado: el lugar perdido de su infancia con esa trama borrosa que lo calo por dentro hasta convertirlo en un hombre si ser.
-Nativita, la encarnación de la sabiduría que dan los años y la permanencia en el sitio donde uno fue puesto para amar y desarrollar la vida.Vieja, con las arrugas que produce el hervir del sol de tantas siestas. Con una inteligencia simple, aunque incrementada por la perspicacia del tiempo, y la solidez del amor de madre, se volverá protagonista. Resolverá una trama que deja de ser intensa para volverse dramática.Y secreta.
Quebrada Humahuaca. Cerros.
  Otro recurso es el uso del fluir de la conciencia, con monólogos íntimos que son disparados por un color, un sabor o un recuerdo; la humedad-el aroma del pasto regado de la casa de Barracas donde Ferroni vivió su infancia-el sabor salado de las lágrimas-el aroma de los jazmines, son el pretexto  para atravesar esa puerta al final de la calle empedrada que, abre las puertas del drama interno del forastero.
   El texto provocó inmediata empatía en mis alumnos, por su sencillez y la profundidad,nos colocó en un ángulo persuasivo para recuperar nuestras propias imágenes olvidadas. Incorporando un aguijón que nos desagrada ¿es humano un torturador?.¿Es plausible de redención?
   La paradoja como otro contraste imperante nos traslada de un matiz a otro. Mujeres abandonadas-fuertes en la debilidad-generosas  y ascéticas en la pobreza de un mundo oculto y marginal. Olvidado a la vez que extremadamente bello. Huidobro, calla, insinúa mostrando lo que oculta, alude al movimiento del lector que se vuelve protagonista. Dejándolo siempre en el umbral.
    En un planteo existencial,  nos involucra en la relectura de nuestra propia condición humana, en un universo pleno del contraste: con la revisión de la etapa más oscura y terrible de nuestra historia reciente.
   Con ejercicios simples de práctica de lectura,nos metimos en la dinámica histórica del Proceso de Reorganización Nacional;releerlo desde la literatura permite un grado de profundización mayor,desactivando el simplismo de la paradoja ideológica (buenos-malos). Apelando al ser del lector; el lenguaje lo introduce en un lugar de protagonismo desde donde se desactiva la reducción de víctimas y victimarios[2] en pos de un compromiso vital con la verdad.  
Una experiencia motivadora, recuerdo la intervención de Cony, (ingreso al curso cuando estábamos en la mitad de la novela), en la auto-evaluación del trabajo en el aula, dijo: me conecté con imágenes y sonidos de la casa de mi abuela, que yo tenía olvidados. “La literatura leída como una opción vital es además  de una opción estética una opción ética"[3].         Cristina García,R


[1] Huidobro Norma.(2007) El lugar perdido. Clarín, Alfaguara.
[2]Grum Anselm (2019). Víctimas y Victimarios. Romper las cadenas en la Iglesia la sociedad y la familia. Ágape, Bonum, Claretiana, Guadalupe, San Pablo.
[3] Robledo Beatriz Helena (2017). El mediador de la lectura, la formación del lector integral. IBBY. Chile.

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