Un tratado de política a lo Grande. Churchill.
”Lucharemos en Francia en los mares en los océanos, en las playas en los puentes, en las pistas de aterrizaje. Lucharemos en los campos y en las calles, defenderemos lo nuestro cueste lo que cueste. Lucharemos en las colinas pero nunca nos rendiremos, si fuéramos sojuzgados entonces nuestro Imperio de Ultramar; el Nuevo Mundo, custodiado por la flota británica dará un paso en rescate del Viejo” Winston Churchill.
En 1939 el Partido Conservador unge a Winston Churchill como primer ministro, esta película es una biografía audiovisual verosímil del realizador Joe Wright, que tuvo que aceptar la primera exigencia del personaje: un año para compenetrarse en el rol. Europa se tiñó de oscuridad cuando Adolf Hitler lanzó su Blitzkrieg con la intención de ocupar el Espacio Vital, necesario para el desarrollo de Imperio Alemán. Wright nos introduce en el funcionamiento del Parlamento donde se distinguen dos grupos bien marcados: los oportunistas,muy mediocres, que promueven una oscura alianza con Mussolini para pautar un acuerdo de rendición con Alemania. Los partidarios de un poder real, entre los que se encuentra el Primer Ministro, en ellos reside la convicción de las ideas, el ejercicio adecuado dela razón como posibilidad, remota pero potencial.
En esas horas oscuras el mal se cernía sobre el continente, la tensión de Churchill, un personaje potente, testarudo, adicto al alcohol, fumador empedernido, muy bien construido, excéntrico e impredecible como temperamento nos introduce en el drama. Como buen mandatario que era no se deja engañar por la apariencia, pese a las presiones para aceptar un acuerdo con Alemania mediado nada menos que por la desprestigiada Italia. Demostrando su estatura de político: decide mirar a los ojos al perverso III Reich.

Un llamado telefónico
del rey Jorge VI, que le observa ”Ud. debe guiar al pueblo pero no
engañarlo; haciendo referencia a la retirada de los ingleses de Dunkerque. Winston,
inmediatamente acepta la corrección, él
solo pretendía “infundirles ánimo, un sentimiento que ellos ni siquiera
saben que tienen”.
Una película imperdible, para estudiarla, nos deja un tratado de la política como práctica cotidiana: las circunstancias son puentes que lanzan más allá del perímetro cerrado de la propia convicción, a un riesgo que siempre se debe atravesar, sobrevolando el barro de la coyuntura, en una marcha sostenida en busca del Bien. Una ayuda concreta para entender que en la vida lo que cuenta es la Tarea y la Aceptación.2Decía Churchill “los que nunca cambian de opinión, nunca consiguen cambiar nada. El triunfo no es definitivo, el fracaso es fatal, lo que cuenta es el valor para seguir adelante”. Que esta película nos conmueva, nos deslice del letargo de lo ya sabido. Cristina García Recalde
Bibliografia
John Lukas. Churchill solo frente a Hitler. FCE
Benedicto XVI. Spes Salvi
Giussani,Luigi. El Sentido Religioso.
Que buena descripción, dan ganas ver otra vez la película, de adentrarse en el ambiente de la época y disfrutar (sin la presión de la época) un film atrapante como el que describe la autora. Gracias
ResponderEliminarGracias Diego,muchos cariños!!!
EliminarMe hace pensar, extrapolando, en la situación actual de esta pandemia mundial ¡Cuánta necesidad hay de personas que se atrevan a mirar a la cara la dificultad de este nuevo "enemigo" y que estén dispuestas a enfrentarlo como desafío a su razón, a su capacidad de fraternidad y de donación de un sentido que de ánimos a los que tienen al lado para realizar la tarea!
ResponderEliminarCierto,la esperanza el siempre un hecho,es lo por venir, depende de las circunstancias y la elección libre de la persona.Gracias Agueda!
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