lunes, 28 de septiembre de 2020

Frida Kahlo.

Biografías para Armar. Catapulta(2020)


“Yo soy la desintegración…El fenómeno  imprevisto. ¿Qué haría yo sin el absurdo y lo fugaz?. “Naturaleza” bien muerta. Diario de Frida Kahlo.

La colección    nos propone en este caso la vida de Frida Kahlo. La estructura del libro es muy adecuada, ya que en cada capítulo los autores utilizan un determinado color que permite develar el momento que vivía la pintora, cierran con fragmentos del Diario de Frida, lo que sumado a las ilustraciones de Pablo Bernasconi hace de la obra una exquisitez, ensamblando concepto, imagen y testimonio.

  El itinerario comienza en Rojo: calor mexicano, suelo seco y ardiente en Coyoacán, el  6 de junio de 1907 nace Frida, la cuarta de cinco hermanas. Su padre Guillermo ”se encontró con dos ojos negros que lo hechizaron, algo de la niña, lo hipnotizó". La misma experiencia le acontece a Diego Rivera cuando la conoce, años después. ¿Qué fuerza ardiente esconden esos ojos?. Rojo fue el terremoto de la revolución que convulsiono a México y se volvió masacre, con su onda expansiva, hasta llegar incluso al hogar de los Kahlo.

   En ese contexto un golpe fortuito en una pierna deja muy dolorida a la niña y su madre decide atenderla por precaución, el diagnóstico inesperado cae con la fuerza de su nombre Poliomielitis. Incorporando en su vida un compañero fiel: el dolor físico. Aceptándolo, ella se dejara tallar, emergiendo en cada contragolpe una personalidad peculiar.


  “Verde, la luz tibia y buena“. El segundo capítulo hace referencia a la adolescencia de Frida, su paso por la Escuela Elemental, que hace germinar un temperamento femenino muy distinto, atípico, con una constitución fuerte y peculiar, fruto de su educación. Que, también teñida por los aires de la revolución se afirma en los orígenes; la vida de los primeros habitante, sus costumbres, la iconografía azteca, sus tradiciones y su lengua. Esto se volcó sobre la muchacha que adquirió ese sello propio en su vestimenta: polleras largas que de paso ocultaban su pierna más delgada, accesorios y modo de peinarse. Su llamativa belleza fue un sello propio que inspiro a modistos y encanto tanto en USA como en París como en  Italia. 

  La irrupción del Dorado marca la fractura, el momento más traumático de su vida: el accidente, que hizo que partículas de pintura que llevaba un pintor que viajaba a su lado cubriera su cuerpo; ”en cuerpo y alma su vida se quebró en dos, para siempre". Un mes de hospital, la vuelta a casa  y el Azul que manifiesta la tristeza, que se fue colando en los rincones de la casa familiar inundando todos los ambientes. El color de la soledad, el abandono de “ un espíritu libre encerrado en un cuerpo roto. ¡Que iba a hacer una mujer que no podía valerse por sí misma en la década del 20?”

  La genialidad de su madre, que le construye un caballete en su cama con un espejo en el dosel, y la irrupción de la pintura, que junto a su definitiva  fuerza de voluntad, le permitirán al tiempo ponerse de pie. Dedicarse definitivamente al arte: su sanación. Frida al pintarse encastraba en su identidad los fragmentos de su desdichada historia, integrándolos en un estallido de color y forma. ”¿Quién diría que las manchas  viven y ayudan a vivir?”

   El Blanco, la Luz de Diego que inunda toda la escena, también él deslumbrado por su temperamento, transitando ambos al principio una irrefrenable amistad, luego devenida en un gran amor, tumultuoso, con los vaivenes de la personalidad de cada uno. Escribe Frida; “nadie sabrá jamás como he querido a Diego. No quiero que nada lo hiera. Que nada lo moleste y le quite la energía que necesita para vivir”. También él la amó muchísimo, hasta la adoración, como supo y pudo, con la imposibilidad de comprender y aceptar el dolor que siempre la aquejó. Luego del casamiento, la continua convulsión de dos temperamentos fuertes, hace conocer a Frida el dolor moral, ese otro amigo fiel que todo lo tiñe de Gris; la desilusión de la infidelidad, tres embarrados perdidos, el desamor, y nuevamente la irrupción de un amigo de antaño el dolor físico, hasta teñirlo todo de Negro.

  Y así, el lector recorren todas las tonalidades de  la vida, el  temperamento y la producción de quien en la pintura restaura y reconstruye su propio ser. “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté sueños, pinté mi propia realidad”.

El Amarillo,  la locura y el sinsentido se derramaban por su vida, casi sin querer;  la recurrencia de un dolor que se tornaba depresión, los viajes, la soledad, las operaciones, los variados corsés, cada vez más estrechos, que sin embargo no lograban derrotarla.

De Frida y con ella aprendemos la forma heroica de vivir una existencia abrumadora, la fuerza de la belleza, que todo lo convierte en Color, Forma y Existencia. La honestidad de mirar la vida a la cara, elevando su estatura de mujer, amplió horizontes hacia destinos más felices.Triple es su herencia: Belleza, Creación y Humanidad, como tres frondosos árboles donde descansar y recuperar el aliento.

 Destaco la genialidad creativa de los autores, que plantean un tema muy complejo a un público infanto-juvenil de modo creíble, sutil y adecuado; emociona la belleza y el respeto por el lector. Lo lúdico ha sido considerado, el ejemplar contiene un espectacular puzzle de 300 piezas.

Un texto que puede ser trabajado muy bien desde lo artístico, hasta lo existencial; como Frida nos ha enseñado nuestra vida es trabajo, tarea, sobre nosotros mismos y sobre la realidad, esa porción minúscula que la vida nos ofrece a cada uno, para transformar, generando todo el Bien y la Belleza que nos sea posible. Muy recomendado!!!        Cristina García Recalde.



lunes, 21 de septiembre de 2020

Las horas más oscuras (2017)

Un tratado de política a lo Grande. Churchill.


”Lucharemos en Francia en los mares en los océanos, en las playas en los puentes, en las pistas de aterrizaje. Lucharemos en los campos y en las calles, defenderemos lo nuestro cueste lo que cueste. Lucharemos en las colinas pero nunca nos rendiremos, si fuéramos sojuzgados entonces nuestro Imperio de Ultramar; el Nuevo Mundo, custodiado por la flota británica dará un paso en rescate del Viejo” Winston Churchill.

En 1939 el Partido Conservador unge a Winston Churchill como primer ministro, esta película es una biografía audiovisual verosímil del realizador Joe Wright, que  tuvo que aceptar la primera exigencia del personaje: un año para compenetrarse en el rol. Europa se tiñó de oscuridad cuando Adolf Hitler lanzó  su Blitzkrieg con la intención de ocupar el Espacio Vital, necesario para el desarrollo de Imperio Alemán. Wright nos introduce en el funcionamiento del Parlamento   donde se distinguen dos grupos bien marcados: los oportunistas,muy mediocres, que promueven una oscura alianza con Mussolini para pautar un acuerdo de rendición con Alemania. Los partidarios de un poder real, entre los que se encuentra el Primer Ministro, en  ellos reside la convicción de las ideas, el ejercicio adecuado dela razón como posibilidad, remota pero potencial.

   En esas horas oscuras el mal se cernía sobre el continente, la tensión de Churchill, un personaje potente, testarudo, adicto al alcohol, fumador empedernido, muy bien construido, excéntrico e  impredecible como temperamento nos introduce en el drama. Como buen mandatario que era no se deja engañar por la apariencia, pese a las presiones para aceptar un acuerdo con Alemania mediado nada menos que por la desprestigiada Italia. Demostrando su estatura de político: decide mirar a los ojos al perverso III Reich.

Arrastrando los  pies busca inútilmente un libro de Cicerón, para citar en su discurso. De los clásicos ha aprendido su visión trágica de la naturaleza humana, lo que le consintió percibir el peligro, la monstruosidad y la degradación del Reich. Su erudición le posibilita transformarse en conductor, que en el momento de la situación límite, acompaña (discretamente o no según permita su temperamento) en la búsqueda de la luz: un consenso impensable con el Rey, el Parlamento y el propio pueblo inglés, introducido por el líder como actor primordial de la gesta. Sin esta épica hubiera sido imposible mirar el caos, caminar dentro de él, con la conciencia de la tarea: defender a la isla de una posible invasión y traer a casa a los soldados varados en Dunkerque. Algunas escenas documentan su genial intuición.

Un llamado telefónico del rey Jorge VI, que le observa ”Ud. debe guiar al pueblo pero no engañarlo; haciendo referencia a la retirada de los ingleses de Dunkerque. Winston, inmediatamente acepta la corrección, él  solo pretendía “infundirles ánimo, un sentimiento que ellos ni siquiera saben que tienen”.

O en el  almuerzo con el rey, que ante la inminencia de la invasión le consulta que hacer (exiliarse en Canadá, ejercer desde allí su gobierno). Churchill responde”Ud. debe hacer lo que le conviene”, generándose entre ambos esa fraternidad que se da entre dos hombres desafiados por una circunstancia impredecible.  En otro momento el Primer Ministro abatido lo ve llegar a su residencia, aquí se da un punto de inflexión cuando Jorge VI le asegura que “al principio tenía sus reservas con Ud. otros también se sentían amilanados con su nombramiento. Cualquiera que pueda meterle miedo a Adolf Hitler, merece nuestro respeto. Vamos a trabajar juntos, tendrá mi apoyo en todo  momento. Venza esos cabrones”.

   La tarea desproporcionada es la que hace emerger al líder, todo su  límite, su  inadecuación personal queda subordinada al objetivo; ¡que humanidad emerge cuando en su último discurso nos hace ver que el progreso moral de la humanidad siempre es posible y requiere del reconocimiento de la libertad cada día![1]Winston no se separaba un milímetro de la realidad, advierte en el pueblo, el  eje  de su estrategia; debía introducirlos a una realidad política nueva. 

La escena en el metro, memorable hablando con las personas de la inminente situación hace estremecer. “La paz no se negocia el pueblo prefiere  morir”, lo que refuerza su convicción: ¡cuántos dictadores más hay que halagar y apaciguar, por el Amor de Dios, y favorecer inmensamente! No se negocia con el tigre teniendo la cabeza en su boca”. Párrafo aparte, merece la relación con su secretaria: ambos documentan la comunión de dos almas nobles frente a la perversidad del mal como sistema. También  se destaca su  esposa, incondicional y sabia, junto al Rey  lo protegen, de un universo hostil, que como nosotros hoy, puede quedar enredado  en las apariencias.

   Una película imperdible, para estudiarla, nos deja un tratado de la política como práctica cotidiana: las circunstancias son puentes que lanzan más allá del perímetro cerrado de la propia convicción, a un riesgo que siempre se debe atravesar, sobrevolando el barro de la coyuntura, en una marcha sostenida en busca del Bien. Una ayuda concreta para entender que en la vida lo que cuenta es la Tarea y  la Aceptación.2Decía Churchill “los que nunca cambian de opinión, nunca consiguen cambiar nada. El triunfo no es definitivo, el fracaso es fatal, lo que cuenta es el valor para seguir adelante”. Que esta película nos conmueva, nos deslice  del letargo de lo ya sabido.           Cristina García Recalde

Bibliografia

John Lukas. Churchill solo frente a Hitler. FCE

Benedicto XVI. Spes Salvi

Giussani,Luigi. El Sentido Religioso.



[1] Benedicto XVI. Spes Salvi

[2] Giussani ,Luigi.. El sentido Religioso.