sábado, 23 de mayo de 2020

Lecturas,cine, música y más. :  Entre-tiempo de  Pandemia. Hoy, Paul Cezanne. Una...

Lecturas,cine, música y más. :  Entre-tiempo de  Pandemia. Hoy, Paul Cezanne. Una...:  Entre-tiempo de  Pandemia.  Hoy,  Paul Cezanne.  Una gran posibilidad. La exuberancia de estímulos, la hipertensión   y la escasa t...
 Entre-tiempo de  Pandemia. Hoy, Paul Cezanne. Una gran posibilidad.

La exuberancia de estímulos, la hipertensión  y la escasa tolerancia al hastío; nos había llevado a una apatía de lo esencial. Una falta de sosiego que es como una nueva barbarie[1]

   Un día como cualquiera nos sobresaltó la Pandemia del Covid 19, a mí me encontró caminando apurada, intentando encontrar insumos para mi computadora, asustada y bastante sorprendida por las reacciones acumulativas que veía  en torno. Aunque también  cierta que no puedo acumular nada de lo que me es imprescindible para vivir.
Un pintor a la obra
El corte del tren.
   En ese momento y en  simultáneo leía dos libros por esas casualidades que son causales; uno de un gran pedagogo italiano, cristiano, el otro de un filósofo nor-coreano. Ambos me fascinan, porque durante este encierro me han permitido volverme una persona más serena y radicalmente observadora; permeable.
  ¿QUE ME ENSEÑARON AMBOS?: LA PEDAGOGÍA DEL MIRAR. Que según  Byung Chan es acostumbrar al ojo a mirar con calma y paciencia,dejar que las cosas se acerquen, me toquen. Es decir, educar al ojo para una profunda contemplación; debe ser una mirada larga y pausada, no hay que apurarse a responder inmediatamente como veníamos haciéndolo, por impulso, sino controlar los instintos, aceptar la gran pausa en la que fuimos incorporados.

   La contemplación es más activa que cualquier otro movimiento:la acción prolonga  lo ya existente y no deja entrar nada nuevo. Mirar es un descender al ser del objeto, hecho o persona, a la sustancia que la hace. Es un encuentro con otra cosa de la que la vida da señales, todo el tiempo y más ahora que estamos obligados a detenernos.


Mont Saint Victoria.
Vista Bonnieres
   Byung Chan da ejemplos, uno se los comparto; dice que Cezanne el gran pintor miraba con  una atención tan profunda que podía  ver el olor de las cosas. La visualización de los olores requiere  salir de sí mismo para sumergirse en las cosas… “al comienzo trataba de hacerse una idea de los estratos geológicos. Después ya no se movía más de su lugar y se limitaba a mirar, hasta que sus ojos como le decía Madame Cezanne, se le salían de la cabeza". Entonces el paisaje se remarcaba en él y se volvía su conciencia, originaba un recogimiento que era capaz de “cruzar las manos errantes d la naturaleza”[2].

Gardanne.
   Sucede esto cada vez que estamos delante un cuadro de Cezanne, una persona bella o un ser amado.
  Solo basta dejarse golpear por aquello que la circunstancia trae. Hay una belleza de significado que personalmente estamos invitados a descubrir.
Cristina Garcia, R.


[1] Byung Chan .La sociedad del cansancio.(2012)
[2] Citado por Byung Chan.(2012);pág. 24.